Por décimo año consecutivo, el célebre personaje navideño llevó a decenas de usuarios a bordo de la línea 216, generando sonrisas entre grandes y chicos. En un momento del trayecto se generó una discusión en la que terminó reinando la paz.

El conductor de la línea 216 nuevamente se puso el traje de Papá Noel, generando así una gran sonrisa entre los usuarios que tomaron el colectivo.  Como parte de una tradición que lleva ya 10 años recorriendo las  diferentes calles de zona oeste, siendo algo que sumó alegría en la jornada de muchos.

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Parte de la costumbre de Ariel Morelli, conductor del colectivo, es repartir golosinas a grandes y chicos que suban en su transporte. En esta ocasión, Papá Noel no viajó solo, sino con sus duendes ayudantes (Los sobrinos de Morelli disfrazados). Como así también acompañado por una colega, con quien se repartieron las 800 bolsitas de golosinas que se prepararon para esta ocasión.

Más allá del clima y el disfraz, la satisfacción de este chofer demuestra su pasión por lo que hace, poniéndole el cuerpo y toda la dedicación posible. Tras el recorrido de hoy, el aclamado personaje que lleva el espíritu navideño, seguirá repartiendo alegría.

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Por otro lado, más allá de la fantasía y las emociones, también tuvo lugar un episodio particular. Papá Noel se vio envuelto en una situación de tránsito, cuando otro colectivero de la compañía y un automovilista se vieron enfrentados en una discusión en Castelar en la intersección de Arias y Arrecifes.  Allí, Papá Noel puso un freno a la discusión, que se generó entre ellos, y terminó poniendo paz.